«Dejar un mundo mejor que el que encontré»: El propósito con el que he ejercido mi liderazgo.
La puntualidad fué uno de los primeros propósitos que acordamos en el equipo de Tecnología que tuve el privilegio de liderar en la más reciente organización de la que formé parte.
Esta es una organización multinacional entre cuyos valores destaca El Respeto. La puntualidad es una demostración del respeto que sentimos por el tiempo de nuestros semejantes. Puntualidad para estar a la hora acordada para las reuniones, para la entrega de los compromisos, para terminar la jornada y retirarnos a casa. «No procrastinar» fué un mandato que nos auto-impusimos como equipo. Acordamos incluso que por cada llegada tardía a nuestras reuniones «donaríamos» mil colones, unos 2 dólares estadounidenses, a nuestro programa de responsabilidad social.
El pasar de los años nos demostró que ser puntuales permitió mejorar nuestro rendimiento y llegar a ser un equipo respetuoso, de alto rendimiento y contribuyendo a dejar un mejor mundo para nosotros mismos, para nuestra familia, para nuestros clientes, para nuestros colegas y en general para nuestros semejantes.
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