Dejar un mejor mundo: Mi visión en la ejecución del liderazgo
«Tenemos 2 oídos y una boca» Frase que en prácticamente todos los seminarios de liderazgo aparece.
En la práctica de liderazgo, escuchar implica humildad para reconocer que no lo sabemos todo. Que debemos tener una «escucha empática» con el fin de comprender lo que se nos está diciendo. Se nos recomienda, inclusive, parafrasear con nuestras propias palabras lo que las personas nos están transmitiendo.
Tener una actitud de escucha empática implica, además, apagar la voz interna que nos habla mientras estamos escuchando la otra persona. No escuchar para preparar una respuesta, escuchar para comprender el mensaje que se nos está transmitiendo.
¿Estás evaluando la ejecución de tu equipo? ¿Estás en una reunión de «retroalimentación positiva» con algún miembro de tu equipo? ¿Estás definiendo el plan de trabajo de tus colaboradores en las reuniones «uno a uno»? Estas y otras ocasiones son oportunidades para poner en práctica la escucha empática.
Un lider que no sepa escuchar, no podrá escuchar los mensajes oportunos que le están trasmitiendo para hacer los ajustes en su organización y adelantarse al futuro.
La capacidad de escuchar empáticamente, permite dejar un mundo mejor.