“No tengo miedo de un ejército de leones dirigidos por una oveja; tengo miedo de un ejército de ovejas dirigidos por un león.”

Alejandro Magno, un estratega militar brillante y uno de los conquistadores más grandes de la historia, pronunció esta frase para enfatizar la importancia suprema del liderazgo en cualquier empresa, especialmente en la guerra.

La cita la interpreto asi:
«No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja»: Un ejército de individuos fuertes, valientes y poderosos (los leones) será ineficaz si su líder es débil, indeciso o cobarde (una oveja). Aunque individualmente sean formidables, la falta de una dirección sólida y valiente los llevará al fracaso.

«Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león»: Un ejército de individuos ordinarios, quizás no tan fuertes o valientes por sí mismos (las ovejas), puede convertirse en una fuerza imparable y temible si su líder es fuerte, audaz, visionario y capaz de inspirarlos (un león). Un gran líder puede sacar lo mejor de las personas, transformando lo aparentemente débil en formidable.

En esencia, Alejandro Magno quería transmitir que la calidad del liderazgo es más crucial que las capacidades individuales de los miembros de un grupo. Un líder fuerte puede cohesionar, motivar y dirigir incluso a un grupo menos talentoso hacia la victoria, mientras que un líder débil puede desaprovechar el potencial de los individuos más talentosos.

Esta filosofía se reflejó en sus propias campañas militares. Sus soldados, aunque no siempre eran los más entrenados o poderosos individualmente, bajo su mando lucharon con precisión, disciplina y una tenacidad inigualable, logrando conquistas asombrosas. La frase sigue siendo relevante en muchos contextos hoy en día, desde los negocios hasta la política y las organizaciones comunitarias.